Ciberseguridad: Cómo proteger tus sitios y apps de amenazas digitales

Aprende de la mano de nuestro experto y comienza a desarrollar de manera más robusta.


En el mundo digital actual, donde nuestras vidas dependen cada vez más de la tecnología, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para proteger nuestras actividades en línea.

Desde sitios web hasta aplicaciones móviles, las amenazas digitales están en constante evolución, buscando vulnerabilidades para explotar y comprometer información sensible. Es por eso que, más que nunca, es clave entender cómo proteger nuestras plataformas digitales de estos riesgos.

En este artículo, te guiaremos de la mano de Bruno Limoni, Head of Cibersecurity de Kavak y experto a cargo de nuestro Curso de Ciberseguridad, a través de las mejores prácticas y estrategias esenciales para salvaguardar tus sitios y aplicaciones contra posibles ciberataques, asegurando así la integridad y seguridad de tus proyectos tecnológicos.

¿Es necesario saber programación para trabajar en Ciberseguridad?

En el pasado, los roles de ciberseguridad y programación operaban en esferas separadas, pero en la actualidad, estas disciplinas están más entrelazadas que nunca. Con el auge de la automatización, la inteligencia artificial y la computación en la nube, tener conocimientos en programación se ha vuelto cada vez más relevante para quienes buscan desarrollarse en el campo de la ciberseguridad.

Aunque no es absolutamente indispensable para todas las ramas de la ciberseguridad, saber programación puede marcar una gran diferencia en la efectividad y eficiencia de tu trabajo. Entender el código te permite identificar vulnerabilidades, escribir scripts para automatizar tareas repetitivas, y analizar de manera más precisa cómo y por qué una aplicación puede ser vulnerable a ciertos ataques.

Dicho esto, también existen áreas en ciberseguridad donde la programación no es un requisito fundamental. Roles como los de cumplimiento normativo, gobernanza de la seguridad, y operaciones de red, pueden no exigir habilidades de codificación tan avanzadas.

Qué es una vulnerabilidad

Es la ausencia de un control, una debilidad de diseño o una falla en un sistema operativo (ya sea una configuración o arquitectura de red), una aplicación o un proceso que puede ser explotado por un atacante con fines maliciosos.

Una vulnerabilidad siempre tiene fines de afectación hacia el sistema.

Bugs y vulnerabilidades: ¿son lo mismo?

Es común que en el desarrollo de software surjan términos como bugs y vulnerabilidades que, aunque a veces se usan de manera indistinta, tienen diferencias clave tanto en su origen como en su impacto.

Diferencias

Bug

  • Funcionalidad defectuosa: Un bug se refiere a un error en el código que causa que una función o característica de un software no se comporte como se esperaba. Por ejemplo, en un sitio web, un botón que no realiza la acción prevista es resultado de un bug.
  • Tasa de ocurrencia: Se refiere a la frecuencia con la que una aplicación presenta errores. Es un indicador clave en la calidad del software, ya que un alto índice de bugs puede afectar negativamente la experiencia del usuario.
  • Prioridad relativa: Aunque depende de la gravedad del bug, generalmente, los bugs que no afectan la seguridad suelen tener una prioridad menor en comparación con otros problemas más críticos.

Vulnerabilidad

  • Falla de seguridad: Una vulnerabilidad es un punto débil en el software que puede ser explotado por atacantes para comprometer la seguridad de un sistema. Un ejemplo claro es una brecha que permita la filtración de datos sensibles de una base de datos.
  • Explotabilidad: Refleja cuán fácil es para un atacante explotar una vulnerabilidad, lo que generalmente implica una evaluación del riesgo y la probabilidad de ataque.
  • Alta prioridad: Debido a que una vulnerabilidad puede comprometer la integridad, confidencialidad o disponibilidad del sistema, corregirla suele ser de máxima prioridad para los equipos de desarrollo.

Similitudes

  • Código como origen: Tanto los bugs como las vulnerabilidades se originan en errores de codificación. Estos errores pueden ser tan simples como un mal uso de variables o tan complejos como un mal diseño de la arquitectura del sistema.
  • Detección mediante pruebas: Ambos tipos de fallas se detectan a través de pruebas, ya sea funcionales, en el caso de bugs, o de seguridad, en el caso de vulnerabilidades.
  • Evaluación del impacto: Es crucial medir el impacto de tanto los bugs como las vulnerabilidades para priorizar su corrección. Un bug que afecta a muchos usuarios puede ser tan crítico como una vulnerabilidad que podría ser explotada para un ataque significativo.


¿Dónde aparecen las vulnerabilidades?

Las vulnerabilidades son fallas en el código que pueden tener diversos orígenes. Estas debilidades en la seguridad del software pueden surgir en diferentes etapas del desarrollo, afectando componentes variados del sistema.

Vulnerabilidades en Hardware

Las vulnerabilidades en hardware son debilidades físicas o de implementación en componentes electrónicos, difíciles de corregir ya que requieren modificaciones en el diseño o fabricación.

Por ejemplo, un lector de tarjetas sin sensor de alerta ante manipulaciones.

Vulnerabilidades en Firmware

Son fallas en el software que controla el hardware de un dispositivo. Son peligrosas porque las actualizaciones son menos frecuentes, dejando a los dispositivos expuestos más tiempo.

Por ejemplo, una vulnerabilidad en el firmware de un router que permite acceso no autorizado a la red.

Vulnerabilidades en Sistemas operativos

Las vulnerabilidades en sistemas operativos permiten a atacantes ejecutar código malicioso, robar información o interrumpir el funcionamiento del dispositivo.

Ejemplo: un atacante eleva sus privilegios y toma control total del sistema.

Vulnerabilidades en Redes o componentes de conectividad

Las vulnerabilidades en dispositivos y protocolos de red pueden ser explotadas para interceptar comunicaciones, robar datos o tomar control de los dispositivos.

Por ejemplo, una vulnerabilidad en un router Wi-Fi permite espiar el tráfico de internet.

Vulnerabilidades en  Aplicaciones web, mobile o desktop

Es una falla en el código o configuración de aplicaciones web, móviles o de escritorio que permite a los atacantes realizar acciones no autorizadas.

Por ejemplo, en una aplicación web, una vulnerabilidad común es la inyección de SQL, donde un atacante puede manipular las consultas a la base de datos para acceder o modificar información sin autorización.

En aplicaciones móviles, una vulnerabilidad podría permitir que un atacante tome el control del dispositivo o acceda a datos privados. En aplicaciones de escritorio, una vulnerabilidad podría ser aprovechada para instalar malware o espiar la actividad del usuario.

Vulnerabilidades en los componentes de software de las aplicaciones

Las vulnerabilidades en aplicaciones web, móviles o de escritorio pueden originarse en los componentes del software, como bases de datos, cachés y proxies, cuando estos no están configurados correctamente o el código que interactúa con ellos no está adecuadamente protegido.

  • Las bases de datos son sistemas que almacenan y gestionan grandes cantidades de datos organizados. Si las entradas de usuario no se validan adecuadamente, se pueden generar vulnerabilidades como las inyecciones SQL, que permiten a un atacante manipular las consultas y acceder a información sensible.
  • El caché es una memoria de acceso rápido que almacena temporalmente datos para acelerar el rendimiento de las aplicaciones. Si la gestión de la caché, como la invalidación de datos, no se maneja correctamente, un atacante podría acceder a información obsoleta o privada que debería haber sido descartada.
  • Los proxies actúan como intermediarios entre un cliente y un servidor, procesando y reenviando solicitudes. Si un proxy no está configurado correctamente, puede facilitar la interceptación del tráfico entre el cliente y el servidor, permitiendo ataques como el "man-in-the-middle" donde un atacante espía o modifica la comunicación.

Vulnerabilidades en librerías o componentes de terceros

Estas vulnerabilidades en librerías y servicios de terceros utilizados por aplicaciones, cuya seguridad depende del proveedor.

Por ejemplo, una librería de código utilizada para manejar solicitudes HTTP podría tener una vulnerabilidad que permita ataques como la inyección de código. De manera similar, un servicio de terceros para procesamiento de pagos podría estar expuesto a fallas que comprometan la seguridad de las transacciones.

Vulnerabilidades en los Servicios Cloud

Aunque los servicios en la nube suelen considerarse más seguros, aún pueden aparecer vulnerabilidades. Estas pueden surgir debido a configuraciones incorrectas, como permisos mal gestionados o fallas en la protección de APIs, que pueden resultar en accesos no autorizados.

Vulnerabilidades en los sistemas IoT

Muchos dispositivos IoT (Internet of Things) tienen capacidades de procesamiento y almacenamiento reducidas, lo que a menudo lleva a que los fabricantes implementen medidas de seguridad mínimas o inadecuadas.

Por ejemplo, las contraseñas predeterminadas débiles o la falta de cifrado en la comunicación. Además, muchos dispositivos IoT no reciben actualizaciones de seguridad regulares, lo que deja las vulnerabilidades sin parchear por largos periodos.

Vulnerabilidades en los procesos o reglas de negocio

En los procesos o reglas de negocio pueden aparecer vulnerabilidades cuando no se establecen puntos de control intermedios adecuados. Estas vulnerabilidades surgen cuando no se establecen controles adecuados, permitiendo que errores o actividades maliciosas pasen desapercibidos.

Por ejemplo, un proceso de aprobación automática de transacciones sin una revisión manual o un control de validación intermedio podría permitir que transacciones fraudulentas se completen sin ser detectadas.


¿Cómo impactan las vulnerabilidades?

Dependiendo de su origen y consecuencias, las vulnerabilidades pueden afectar de distintas maneras a un sistema o negocio:

  • Afectación o disrupción de la operación en la organización: una vulnerabilidad explotada puede causar interrupciones en los servicios, desde la ralentización de procesos hasta la paralización total de las operaciones. Esto puede resultar en pérdidas de productividad y afectar la capacidad de la empresa para cumplir con sus compromisos.
  • Impacto en la imagen corporativa: las brechas de seguridad pueden dañar significativamente la reputación de una empresa. La pérdida de confianza por parte de clientes y socios, junto con la mala publicidad, puede tener efectos duraderos en la percepción pública de la marca.
  • Pérdida monetaria: las vulnerabilidades explotadas pueden llevar a pérdidas financieras directas, como pagos de rescates en ataques de ransomware, y costos indirectos, como los gastos en la restauración de sistemas y en la gestión de crisis.
  • Robo de información: la explotación de vulnerabilidades puede dar lugar al acceso y robo de datos sensibles, como información financiera, datos de clientes, o propiedad intelectual. Esto puede resultar en el uso indebido de la información robada o su venta en mercados ilegales.
  • Suplantación de identidad: las vulnerabilidades que permiten el robo de credenciales pueden facilitar la suplantación de identidad, donde un atacante se hace pasar por una persona o entidad para realizar transacciones fraudulentas o acceder a recursos confidenciales.
  • Incumplimientos de regulaciones: las brechas de seguridad pueden resultar en el incumplimiento de normativas de protección de datos, como GDPR o HIPAA, lo que puede llevar a sanciones legales y multas significativas, además de daños reputacionales.
  • Espionaje: las vulnerabilidades pueden ser aprovechadas para realizar espionaje corporativo, donde competidores o actores malintencionados acceden a información estratégica, dando a otros una ventaja competitiva indebida.
  • Accesos sin autorización: un atacante que explota una vulnerabilidad puede obtener acceso no autorizado a sistemas, datos y aplicaciones, lo que le permite manipular información, instalar malware o incluso tomar control total de los sistemas afectados.

Aprendiendo a convivir con vulnerabilidades

Es evidente que las vulnerabilidades son una realidad constante en el mundo digital, y aunque no siempre podemos evitarlas, sí podemos aprender a convivir con ellas de manera segura.

Cada día, se descubren nuevas fallas de seguridad que pueden afectar nuestra información personal y profesional. Por eso, es esencial tomar conciencia sobre los datos que compartimos y los términos y condiciones que aceptamos sin leer.

Reflexionar sobre nuestras acciones digitales, como mantener nuestros dispositivos actualizados, usar contraseñas fuertes y ser selectivos con las aplicaciones y servicios que utilizamos, es clave para protegernos.

Estar informados y preparados es la mejor defensa para minimizar el riesgo y mantener nuestros datos seguros en un entorno cada vez más vulnerable.

Cómo detectamos vulnerabilidades

En un entorno digital en constante evolución, donde las amenazas son cada vez más sofisticadas, es vital implementar un enfoque integral para la detección y gestión de vulnerabilidades, que no solo se centre en la identificación de fallas, sino también en la prevención y respuesta ante posibles ataques

Aquí te presentamos tres estrategias clave:

  1. Escaneo continuo: Utilizar herramientas de escaneo automático que detecten vulnerabilidades conocidas o versiones desactualizadas de software. Estos escaneos deben ser recurrentes para identificar rápidamente posibles fallas.
  2. Security Assessments: Realizar evaluaciones de seguridad periódicas, incluyendo pruebas manuales que verifiquen no solo la seguridad de las configuraciones y versiones de los componentes, sino también la resistencia frente a ataques simulados. Este enfoque proactivo ayuda a identificar y corregir debilidades antes de que sean explotadas.
  3. Monitoreo: Implementar un sistema de monitoreo que detecte y alerte sobre comportamientos inusuales o no esperados en tiempo real. Este monitoreo constante es esencial para reaccionar rápidamente ante posibles amenazas y minimizar el impacto de cualquier brecha.

Clasificación y métricas

Existe un estándar internacional para clasificar y medir los distintos tipos de vulnerabilidades según su nivel de impacto y de ocurrencia.

Según la relación entre la probabilidad de que una vulnerabilidad ocurra y su criticidad, es que se arma su componente o ratio de vulnerabilidad.

💡 El CVE (Common Vulnerabilities and Exposures) es un sistema de referencia pública y estandarizada para identificar y catalogar vulnerabilidades y exposiciones conocidas en software y hardware.


¿Cuál es la solución a las vulnerabilidades?

Las fallas de seguridad son tan diversas y complejas que no existe una única solución. Un solo control o set de controles no aseguran la protección ante las múltiples amenazas que existen.

Lo recomendable es implementar diversos tipos de controles y en diferentes capas: en los controles de red y perimetrales, Firewall de aplicaciones, controles en los sistemas operativos, en las aplicaciones, etc.

Implementar controles en distintos niveles no va a evitar por completo la explotación de la vulnerabilidad, pero sí va a complejizar el ataque y puede llegar a desalentarlo.

¿Qué hacer cuando se detecta una vulnerabilidad?

Suele pasar que en muchas empresas se implementan capas de seguridad solo para cumplir con protocolos y pasar auditorías.

Pero es importante trabajar con el objetivo de proteger los datos de la compañía y los clientes, velando por la seguridad integral. Detect sin fix no es nada. Si se encuentra una vulnerabilidad hay que arreglarla para evitar su explotación.

Una vulnerabilidad es una debilidad que puede traer consecuencias graves, por eso es necesario pensar en controles compensatorios y crear un plan para solucionarla.

De la vulnerabilidad al ataque

Como vimos, las vulnerabilidades actúan como "puertas de entrada" para los atacantes, permitiéndoles acceder a sistemas, redes o datos que de otro modo estarían protegidos.

El éxito de un ataque depende de la facilidad con la que una vulnerabilidad puede ser explotada.

Algunas fallas son tan evidentes que requieren poca habilidad para ser aprovechadas, mientras que otras, más complejas, demandan un conocimiento técnico avanzado y recursos significativos.

Sin embargo, independientemente de su complejidad, una vez que una vulnerabilidad es explotada, puede desencadenar consecuencias graves, como el robo de datos, la interrupción de servicios o la suplantación de identidad.

Por esto, es fundamental identificar y corregir estas vulnerabilidades rápidamente y entender que cualquier falla, por pequeña que parezca, puede ser el primer paso hacia un ataque exitoso.

Ataques a la ciberseguridad más frecuentes

  1. Phishing: es un ataque en el que los ciberdelincuentes se hacen pasar por entidades confiables, como bancos o empresas, para engañar a las personas y hacer que revelen información sensible, como contraseñas o datos bancarios. Generalmente, estos ataques se realizan a través de correos electrónicos falsos o mensajes de texto.
  2. Ransomware: es un tipo de malware que cifra los archivos de un dispositivo o sistema, bloqueando el acceso a ellos. Los atacantes exigen un rescate (ransom) para proporcionar la clave de descifrado. Si la víctima no paga, podría perder sus datos de forma permanente.
  3. Denegación de servicio: en este ataque, los delincuentes sobrecargan un servidor o red con tráfico excesivo, haciendo que los servicios se vuelvan lentos o inoperables. Esto impide que los usuarios legítimos accedan a los servicios o recursos afectados.
  4. Ataques a aplicaciones: son ataques que explotan vulnerabilidades en el software de las aplicaciones web o móviles. Los atacantes pueden aprovechar estas fallas para robar datos, manipular funciones o tomar control de la aplicación.
  5. Security Misconfiguration: ocurre cuando un sistema o aplicación no está configurado correctamente, dejando puertas abiertas que los atacantes pueden explotar. Esto incluye contraseñas predeterminadas no cambiadas, permisos de acceso incorrectos o configuraciones de seguridad insuficientes.

Protocolo de seguridad contra vulnerabilidades

Para proteger un sistema de posibles vulnerabilidades, es crucial implementar un protocolo de seguridad robusto que incluya diversas medidas preventivas y reactivas:

  1. Implementar seguridad en capas: Utilizar múltiples niveles de defensa para proteger los sistemas, desde firewalls y antivirus hasta cifrado y autenticación multifactor. Esto asegura que si una capa falla, las otras seguirán protegiendo la infraestructura.
  2. Desarrollar e implementar un proceso de Vulnerability Management: Crear un proceso adaptado a la organización que incluya la identificación, evaluación, y corrección de vulnerabilidades de manera continua, para minimizar el riesgo de ataques.
  3. Escaneos continuos automatizados: Utilizar herramientas automatizadas para realizar escaneos regulares que detecten vulnerabilidades en tiempo real, permitiendo una respuesta rápida y eficiente.
  4. Security assessments internos y de terceros: Realizar evaluaciones periódicas tanto internas como externas para identificar y corregir posibles debilidades. Los terceros pueden ofrecer una perspectiva imparcial y detectar problemas que podrían pasar desapercibidos internamente.
  5. Monitoreo constante en busca de anomalías: Implementar un sistema de monitoreo que detecte y alerte sobre comportamientos inusuales o sospechosos, permitiendo una respuesta rápida ante posibles amenazas.Aprender de los errores y mejorar procesos: Analizar incidentes pasados para entender qué salió mal y ajustar los procesos de seguridad en consecuencia. La mejora continua es clave para fortalecer la defensa contra futuras amenazas.

¡Y repetir! Una vez que hicimos todo esto, volvemos a empezar y seguimos iterando para mejorar continuamente.


Aprovecha nuestro precio de lanzamiento y conviértete en una pieza clave en tu trabajo. Aplica en Henry y prepárate para dar el siguiente paso. To the moon!